Tuco desde que llegó a Arriondas le han dicho que no puede dejar de disfrutar la fiesta de las piraguas.
Pero hay un problema, y es que la isla piratilla estará cerrada, y por tanto necesita otro sitio dónde alojarse.
Pero nunca hay un problema que no tenga solución.
Ha descubierto un maravilloso hotel con doble encanto.
El encanto del sitio y de las personas que lo regentan.
Muchas gracias Ernest y Annelize por ese cariño, y por abrirnos las puertas de vuestra posada en el paraíso.
Y a Lara e Irene que entre bambalinas han ayudado a Tuco en su ardua labor investigadora.
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